lunes, 10 de noviembre de 2008

VUELTAS AL MUNDO EN BICICLETA Y EN MOTOCICLETA

VUELTAS AL MUNDO EN MOTOCICLETA Y EN BICICLETA POR
GRAND JOVIALISTE (DR. EDUARDO BRIEUX CLEMENT, ABOGADO).





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EL PRESENTE ENSAYO ASÍ COMO LA VERSION ORAL GRABADA, Y LAS RESPECTIVAS REPRODUCCIONES EN CASETES Y EN FOTOPRINT SE HALLAN REGISTRADOS.

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TODOS LOS DERECHOS ESTÁN RESERVADOS

Cabe recordar que el presente ensayo ya ha sido publicado con anterioridad durante varios años en el sitio web correspondiente a Ciudad Internet.



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E-MAIL:jovialiste@yahoo.com

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TED SIMON





En motocicleta, al inglés Ted Simon, que dió la vuelta al Mundo, y que por consiguiente estuvo en la Argentina.


Es autor del libro LES VOYAGES DE JUPITER, o sea
LOS VIAJES DE JUPITER, Editado por Albin Michel, París, 1980.


Se trata de una aventura auténtica, o mejor dicho de un enorme conjunto de aventuras verdaderas - muchas apasionantes, otras interesantes - vividas a través de todo el mundo.

El libro en las dos versiones que le conozco, una en inglés, y la otra en francés que es la que yo he leído, es de esos que se leen de un tirón.


Pero ojo, deja enseñanzas. En cierta medida, cambia nuestra forma de ver las cosas.
El autor no es un viajero simple.
Sino uno bastante original , interesante, y hasta se podría decir que divertido, entretenido, ingenioso.


Y sabe ver sus errores y sus faltas. Se suele arrepentir, y hasta quejarse de sí mismo.
Además se da cuenta de muchas cosas de este mundo complicado a veces, y de la gente en general, que no le pasan inadvertidas.




En página 344 escribe (y traduzco del francés):

"DURANTE EL VIAJE YO SEGUÍA UNIENDO INTIMAMENTE LA ACCIÓN CON LA REFLEXIÓN."

Es todo un método de meditación, y de encarar la vida diaria.
Que coincide con lo que escribimos en otro pasaje de este libro electrónico cuando hablamos del TAI CHI CREATIVO.


Leamos lo que agrega:


"YO COMÍA, DORMÍA, JURABA, SONREÍA, RODABA, ME DETENÍA, DISCUTÍA, NEGOCIABA, ESCRIBÍA, TOMABA LAS FOTOGRAFÍAS."

" ENCONTRABA ALEMANES, INGLESES, INDIOS. APRENDÍA MUCHAS COSAS, POR EJEMPLO SOBRE LOS CHAMPIÑONES, LAS PAPAS, LOS REPOLLOS, LOS TOMATES, LOS CAMPESINOS INDIOS, Y LOS ELEFANTES."


"EL VIAJE ERA EL ENLACE QUE UNÍA TANTOS ELEMENTOS TAN DIFERENTES."


"PARA MI ÉL REVESTÍA UN SENTIDO MUY PARTICULAR."


"ERA LA CADENA A LA CUAL SE VENÍAN A AGREGAR DIARIAMENTE LAS EXPERIENCIAS PERSONALES COTIDIANAS."


"HACÍA TRES AÑOS QUE YO HABÍA COMENZADO A TEJER ESTE TEJIDO."


"PERO ME ACORDABA PERFECTAMENTE DEL MENOR DE MIS GESTOS ANTERIORES."


"HABÍA TAL INTENSIDAD, TAL CLARIDAD EN MI VIDA, QUE YO HABÍA SIDO CAMBIADO."


"SENTÍA TEMOR QUE ESTE CULMEN PERSONAL SE DETERIORARA ANTES DE HABER CONCLUÍDO MI VIAJE."


"A VECES, ME PARECÍA QUE CON LA YA PRÓXIMA CONSUMACIÓN DEL PERIPLO, YO PODRÍA ESTAR COMETIENDO UN VERDADERO CRIMEN CONTRA LA NATURALEZA, POR EL CUAL EN ALGÚN MOMENTO TENDRÍA QUE PAGAR UN PRECIO TERRIBLE."


"ERA ANORMAL QUE UN SIMPLE MORTAL INTENTARA COMPRENDER EL MUNDO DE ESTA MANERA."


Y su propia vida.


Como se acaba de comprobar, TED SIMON en su obra observa, reflexiona para sí, y comparte con el lector su intimidad, sus experiencias, y sus juicios meditados.


Un viaje extenso de más de CIEN MIL KILÓMETROS que comenzó en Londres el 6 de octubre de 1973 a las seis horas de la tarde, y que duró cuatro años.


Con muchas anécdotas:
Viajando en motocicleta por países bajo revoluciones, envueltos en la guerra, bajo regímenes autoritarios, otros democráticos, alguno anárquico.


Conociendo la prisión, el amor, el susto, el accidente o los accidentes, acontecimientos dramáticos, eventos peligrosos, días de tedio, otros de calor, muchos con frío, necesidades, problemas del camino.




Viajó por desiertos, por campos, por ciudades, por montañas en dimensiones fuera de lo ordinario.


Realmente Jupiterianas.


Claro, el hilo conductor es TED SIMON, o sea "la encarnación del dios JUPITER", conforme le dice un vidente en un camino de un sitio remoto de la India, que además le hace una profecía que con el tiempo se cumple, se cumple totalmente.


Pero en contraposición, en la vida real TED SIMON era un periodista del Sunday Times de Londres.


Un hombre parado en sus dos pies, un individuo sensato y realista, un amante de la vida al aire y al Sol como lo puede ser usted y lo soy yo.


Para nada un solitario, sino una persona que por el contrario apreciaba conocer a otra gente distinta.


Aprender contemplando costumbres, formas de vivir, maneras diferentes.

Y ver de cerca el mundo porque el mundo le interesaba realmente más que muchas otras cosas de la vida.

Que un buen día, escuchándose por fin a sí mismo, encontrando respuesta a demandas interiores profundas, decidió volar - perdón - con su moto resolvió partir para realizar algo extraordinario a su alcance, y evidentemente al de muchos.


Muchos que por un motivo u otro no pueden o no se atreven a dar ese pequeño gran paso.


De la lectura no surge que se trate de Júpiter, de dicho ser mitológico, sino más bien de un hombre en todo el sentido de la palabra, de un ser humano que decidió vivir y afrontar su destino para crecer vitalmente andando en su moto caminos y caminos, en definitiva de un héroe civil de carne y hueso.


La moto es una marca Triumph 500, modèle T 100-P, y está actualmente en el Alfred Herbert Museum, en Coventry, England.


Su sitio web, en inglés con fotografías, está en la siguiente dirección electrónica:



http://www.jupitalia.com/



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ALAIN GUIGNY, Y BABETH LE PAJOLEC,




En bicicleta alrededor del mundo, a Alain Guigny, y a su compañera BABETH LE PAJOLEC, señora muy amable que escribió una carta hermosa a mi hija Carolina (actualmente Licenciada Amelia Carolina Brieux Olivera de Lencina),



Es un gesto - aparentemente pequeño en entidad pero grande en valor espiritual - que he destacado, pues me parece positivo, y muy meritorio.

Explico porqué:

No todo ex viajero, lejano residente en la dulce y lejana Francia, suele estar dispuesto a gastar el importe de un sello postal algo costoso para emplearlo en una carta destinada a una joven que posiblemente jamás vuelva a ver que le escribe desde un país remoto de ultramar al que seguramente ya nunca vuelva en el curso de toda su vida restante.



Estos viajeros dieron la vuelta al mundo en bicicleta pasando por rutas a menudo inexploradas, a través de selvas y de lodazales, de territorios exóticos, de desiertos, pasando peligros de muerte.



Tropezaron con bandoleros, con residentes hostiles, con animales salvajes, con traficantes, con contrabandistas, con insectos temibles, con serpientes, y hasta con cocodrilos.



Recorrieron Cayena, Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, América Central, México, Estados Unidos, Japón, Filipinas, Indonesia, Tailandia, China, Francia, Polonia, etc, etc.



En dos bicicletas hasta el fin del mundo.

Sin mayor protección que su astucia.

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HEINZ STÜCKE





EL HOMBRE

QUE MÁS VIAJÓ

EN TODA LA HISTORIA DEL MUNDO


Hace ya más de cuarenta años yo me encontraba caminando por la calle Florida de Buenos Aires.

Ya en ese entonces me entusiasmaba la lectura de libros conteniendo aventuras, y viajes reales.

Un día más del mes de setiembre de 1964 iba caminando por esa arteria peatonal debido a que en ese entonces trabajaba como Secretario del Rectorado de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Cuyas oficinas del Rectorado se hallaban en la calle Viamonte al cuatrocientos, a una cuadra de distancia de la calle Florida.



Recuerdo que ese mediodía observé a un muchacho rubio de unos treinta años de edad que se encontraba en cuclillas descansando al lado de una bicicleta común de paseo inglesa a la que en el cuadro central le había soldado un cartelito:



Con el mapa del globo con todos sus continentes y con la inscripción en letras de color blanco TOUR DU MONDE y en inglés AROUND THE WORLD, o sea en castellano:



EN BICICLETA ALREDEDOR DEL MUNDO.



Era HEINZ STÜCKE, oriundo de Alemania que pedaleó alrededor de la Tierra 415.000 kms. y recorrió en bicicleta 192 países a través de 37 años en los caminos del mundo.



En consecuencia ha efectuado un promedio de 100 kms. por día, cargando por lo general unos cincuenta kilogramos de equipaje.



SU DIVISA:

"CADA GOLPE QUE NO ME MATA, ME FORTALECE".



En el LIBRO GUINNESS DE LOS RECORDS (GUINNESS BOOK OF RECORDS) 1995 HASTA 1999 figuraba como

EL HOMBRE QUE MÁS HA VIAJADO EN LA HISTORIA.



La bicicleta era una común de paseo color negro con cambio de velocidades con una plancha en la parte posterior donde había colocado una valija de cuero de la que colgaba una caramañola o cantimplora para el agua, y unas alforjas.



Él era un hombre joven de cabello rubio cortado al rape, bien afeitado, aseado, frente amplia, mirada inteligente, sonrisa fácil, piernas musculosas y cuerpo en general atlético, altura y peso mediano (unos setenta kilogramos yo diría), que llevaba puesta una remera sin cuello, un short, y sandalias que dejaban al descubierto los dedos de los pies.



En la década del sesenta con este atuendo o look desentonaba con la generalidad de los otros hombres que en esa zona del centro de la ciudad vestíamos traje de calle con corbata al tono, y muchos con chaleco abotonado y cuello de la camisa almidonado.



En la muñeca del brazo izquierdo recuerdo que ostentaba un reloj pulsera común de agujas solamente para las horas y los minutos locales.





En ese entonces mi inglés no era tan bueno como el de hoy en día que me permite decir por lo menos tres palabras seguidas: "Hola, y adios."

Y a veces, otras tres de propina: "Gusto en conocerlo."





Con todo logré descifrar algo de su alemán-inglés-francés-español-portugués-italiano, y enterarme que su aventura había comenzado a la edad de veinte años el 22 de agosto de 1960 en la República Federal de Alemania.



De manera que el día que me lo hallé contaba con veinticuatro años de edad.



Y conseguí enterarme que había elegido la bicicleta para conocer el mundo porque la consideraba un medio de transporte barato, y porque era lo bastante lenta para contemplar detenidamente cada lugar y lo suficientemente rápida para cubrir las distancias extensas (sin poblaciones ni agua ni alimentos).



Me explicó con ademanes contundentes y golpes en el pavimento que esa bicicleta era muy sólida pues los rayos eran gruesos, y que el cuadro había sido reforzado.



Y ahora, recuerdo que ante mi curiosidad me mostró el porta equipajes donde tenía el equipo de camping,

los utensillos de cocina,

y la cámara fotográfica.

Una de la época, excelente.



Al respecto recuerdo que una multinacional Alemana especializada en fotografía en alguna medida auspiciaba su viaje.



Además me dijo que por lo general llevaba unos diez litros de agua, y otros diez kilogramos en víveres; claro que no en ciudades como Buenos Aires provistas de todo lo necesario para la supervivencia.



Estuvimos conversando más por señas que por palabras, realmente con grandes dificultades de entendimiento recíproco.



¡Más cuando los hombres quieren comprenderse, se comprenden sea como fuere!



Pero yo era el único curioso autóctono que se le había acercado.



Los demás, un pequeño corrillo, se encontraban mirando la escena con aire de oir, y de ver desde lejos.



Y sí, pasaba gente caminando, los apurados de las ciudades, y los indiferentes de siempre.



¡Cómo si todos los días, todos los días fuera común y corriente toparse con un viajero como éste en la calle Florida, o en cualquier otra de la ciudad!



¡CON EL FUTURO HOMBRE QUE MÁS HA VIAJADO EN TODOS LOS TIEMPOS...!



¡Y EN TODOS LOS LUGARES!



¡VIAJERO RECORD EN TODA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD!



En lo que me concierne, fue la única vez en toda mi vida.



Nunca más he vuelto a ver en Buenos Aires a un viajero en un alto o descanso en una calle cualquiera que siquiera diera en bicicleta: La vuelta a la manzana... del país.



Y menos:

¡La vuelta al mundo!



Y con uno como éste, un viajero excepcional y único entre todos los miles de millones de todas las edades, en auto, a pie, en barco, en caballo, en burro, en camello, en...



Pero así es la buena gente.



Es la misma que entonces y ahora pasan sin ver, ciegos ante lo singular, ante lo único, ante la revelación, cualquiera sea.



Que pasan sin verte, ni lo que es aún mayor pecado e imperdonable, sin querer verte, o registrarte.



Que cuando haces algo, para desvalorizar tu buena acción murmuran:

_ ¿Y a éste quién lo conoce? ¿A quién le importa lo que piensa?

¿Nos va a pasar la gorra?



Que están por la negativa, por la vulgaridad, por lo ordinario, por lo bajo, por lo vil, por lo rastrero, por no valorar nada, menos el prójimo a quien envidian ocultamente, por el desprecio injusto, en una palabra que están por el mal.



¡ALEJÁOS!



Ahí estaba HEINZ, modesto y anónimo viajero "hablando" conmigo, para que yo ahora lo pueda rememorar y contar a ustedes, y a los que vendrán en lo sucesivo a leer estas líneas.



Sin embargo, alcanzó a contarme que ya había padecido:

una peligrosa fiebre tifoidea en Persia, y

una pulmonía en Egipto;

que en Rusia lo habían encarcelado,

en Algeria lo habían robado sacándole todo su dinero y

que luego había sufrido accidentes,

en Marruecos había tenido que pedalear a través de territorio inundado, y

que en Etiopía se había quedado sin agua varios días

y casi se muere.



Además, conseguí entender que pedalear en arena o en caminos arenosos es una tortura.



Una prueba humana.



En la que vencen los héroes, y sucumben los débiles de voluntad y de determinación.



Antes de despedirme, pues tras la pausa para almorzar del mediodía yo debía volver a mi trabajo en aquel entonces ya bastante remoto de Secretario del Rectorado de la Universidad Nacional de Buenos Aires, le dí algunas recomendaciones y una contribución, y creo recordar que entonces me relató que de Buenos Aires pensaba ir a Santiago de Chile, luego a Perú, y a los demás países de América del Centro y del Norte.



Fue muy cordial en la despedida.



Y me obsequió un impreso de su autoría autografiado, que aún conservo.


HELO AQUÍ ARRIBA. LO HE ESCANEADO, Y CREO QUE SE ALCANZA A VER LA FIRMA DE HEINZ.

Del que he tomado algunos datos que la memoria se rehusaba a devolverme.


EL TEXTO DEL FOLLETO, AMABLE Y POR VIDA MUY VALORADO POR MI ESTE REGALO DE HEINZ.


Tras tantos años sin verlo ni pensar en él, desde que lo conociera circunstancialmente en una calle de Buenos Aires.




Nos dimos un apretón de manos a la usanza occidental.



Desde entonces, no lo he vuelto a ver, ni he oído más de él, excepto lo que figura en el Libro Guinness de los Records que he mencionado, y de contenido general en Internet.



Proporciono el link o enlace de esos sitios webs.

Pues además de contar con fotografías hermosas, dispone de un texto escrito por el gran viajero y aventurero.

Supongo que interesará a muchos amantes de los viajes.

O como yo antiguamente, practicantes del deporte o del paseo en bicicleta.



Claro que los años me devuelven la imagen sonriente de un hombre adulto ya realizado, no la del simpático joven rubio de 24 años de edad que yo conociera:

http://www.bikechina.com/heinzstucke1z.html



Recuerden que la presente es solamente la primera, puesto que se trata de cinco webs a las que pueden acceder desde la dirección electrónica que les proporciono.



A disfrutarlas como se merecen


Por último cabe mencionar que su nombre figura en el LIBRO DE LOS RECORDS como el mayor viajero en toda la historia del hombre.



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JOËL LODÉ






Otra VUELTA AL MUNDO EN BICICLETA fue la realizada por JOËL LODÉ (LE TOUR DU MONDE A BICYCLETTE, LE TEMPS D´UN REVE, publicado por PAC, en París, Francia, 1978).

Este ciclista nació el 3 de octubre de 1952 en Nantes.

Era un contador que trabajaba en un banco, aunque muy idealista en lo personal.

En 1978 en medio de su viaje conoció a una muchacha, se enamoró locamente de ella, y se casó en San Salvador, América Central.

Por su viaje LODË ha recibido el PREMIO DE LA AVENTURA que otorga la ACADEMIA DE LOS DEPORTES.



Lo más notable, es que JOËL jamás se había subido a una bicicleta cuando decidió emprender su viaje alrededor del mundo en este medio de transporte muy original para acometer tamaña aventura.

Se trataba de concretar, de llevar a cabo un sueño de niño ansioso de aventuras, de soñador de horizontes renovados.

Y llegó el día de su renuncia a su empleo en la banca:



"_¿UNA VUELTA AL MUNDO EN BICICLETA? ¡PERO EL CONTADOR SE NOS HA VUELTO LOCO!"



_"¡COMPLETAMENTE LOCO! ¡PERO NO TE PREOCUPES, QUE DESPUÉS DE LOS PRIMEROS CIEN KILÓMETROS LO TENEMOS SENTADO DE VUELTA EN SU ESCRITORIO, HACIÉNDONOS LOS NÚMEROS DE LOS KILÓMETROS!"



"- ¡Y PENSAR QUE PARECÍA TAN SERIO, TAN FORMAL! ¡ÉSTE NO SABE EN LA QUÉ SE HA METIDO!"



"_ ¡DEJÉMOSLE IR! ¡CON LA EXPERIENCIA SE LE VA A PASAR! CUANDO SIENTA ACALAMBRADAS LAS DOS PIERNAS."



_"SÍ. O EN DOS O TRES DÍAS DE LLUVIA, O DE INSOLACIONES!"



Y con estas bendiciones, usualmente en la boca, o en el pensamiento de algunos, JOËL partió raudamente para jamás volver a esa oficina.

La bici no fue sino un medio, un amor a primera vista a la que llamó TITINE.



¡Libertad! Tu precio es nuestra decisión, más que nada.

GRAND JOVIALISTE (Dr. Eduardo Brieux)


E-MAIL:jovialiste@yahoo.com

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1 comentario:

jovialiste dijo...

A los lectores de esta web, Gracias por todos los saludos que me han hecho llegar vía mail